Catalina de Valois, también conocida como Catalina de Francia, nació el 27 de octubre de 1401 en París, Francia. Era hija del rey Carlos VI de Francia y de Isabel de Baviera. Fue la progenitora de la dinastía de los Valois-Orleans.
En 1420, se casó con Enrique V de Inglaterra como parte de un acuerdo de paz entre Francia e Inglaterra. Sin embargo, su esposo murió prematuramente en 1422, dejando a Catalina como una joven viuda. A pesar de su corto matrimonio, no tuvo hijos con Enrique V.
Después de la muerte de su esposo, Catalina regresó a Francia y se casó con su primo, Carlos, duque de Orleans, en 1423. Juntos tuvieron tres hijos, pero su matrimonio fue infeliz debido a los numerosos asuntos amorosos de Carlos.
En 1415, Catalina fue acusada de adulterio y encarcelada en el castillo de Tours. Pasó varios años en prisión y fue liberada en 1441 después de la muerte de su esposo. Catalina pasó los últimos años de su vida retirada de la vida pública y se dedicó a obras de caridad y a la construcción de una capilla en el Palacio de Saint-Pol.
Catalina de Valois murió el 3 de enero de 1437 a la edad de 35 años en el castillo de Hôtel d'Évreux en París. Fue enterrada en la iglesia del convento de los Celestinos en París.
A pesar de su controvertida vida matrimonial y encarcelamiento, Catalina de Valois fue recordada como una mujer compasiva y generosa. Su papel en la historia se ve eclipsado por otros miembros de su familia, como su padre Carlos VI y su hermano Carlos VII, pero sigue siendo una figura importante en el contexto de la Guerra de los Cien Años y la relación entre Inglaterra y Francia en el siglo XV.
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